Ansiedad: cómo se siente y cómo bajarle
Pregunté en instagram cómo vivían y calmaban sus ansiedades. Obtuve más de mil respuestas que quizás me ayuden a entender mejor la mía.
Si usas tiktok o instagram, desde hace unas semanas seguro que te ha sido imposible escapar de un nuevo sonido de fondo: los acordes de una melodía familiar, pero con una nueva voz encima que canta sobre la ansiedad.
La canción del momento es “Anxiety”, de Doechii, y aunque algo en mí se rompe cada vez que uso el adjetivo “viral”, en este caso me parece adecuado. La canción, tal como lo hace un virus, y tal como lo hace la mismísima ansiedad, ha cumplido con invadirme, molestarme, dejarme agotada. Si “Somebody that I used to know” de Gotye, ya había sido explotada hasta el hartazgo desde 2011, su año de lanzamiento, es ahora “Anxiety”, que usa como base la melodía de la canción de Gotye, la que se vuelve inevitable como la gripe en invierno.
La popularidad abrumadora de la canción y los videos que ha musicalizado en redes sólo vienen a confirmar algo que me parece evidente hace mucho tiempo y es que la ansiedad es el mal de nuestra época. Y aunque es preciso diferenciar la ansiedad “cotidiana” de los trastornos de ansiedad, que no todo el mundo tiene, estoy convencida de que la gran mayoría de la gente que conozco es, en un grado mayor o menor, ansiosa.
Yo le echo la culpa al combo celulares+redes sociales. Probablemente nunca se nos debió haber dado la posibilidad de acceder al mundo entero, 24 horas al día, 7 días a la semana, usando un aparato que cabe en nuestros bolsillos y que nunca se apaga. Pero eso es un tema para otro día, porque lo que hoy quiero mostrarles tiene que ver con algo bueno sobre las redes sociales. La capacidad de compartir y conectar con gente que está pasando por lo mismo que una.
Mi relación con la ansiedad
El 2014, cuando mi hijo Félix nació a las 26 semanas de gestación, prematuro extremo por una listeria fulminante que probablemente haya sido causada por un descuido mío, muchos mecanismos se echaron a andar en mi mente. El más importante es un trastorno de ansiedad enfocado en la salud, con el que debo lidiar todos los días.
Nunca fui una persona relajada pero, desde ese momento, la enfermedad grave, y por ende la muerte, me obsesionan a niveles patológicos. El año 2018 tuve que operarme y todo el proceso me dejó mis primeros ataques de pánico y una ansiedad que se manifestó en todos los rincones de mi cuerpo y que tuve que controlar con medicación diaria durante años.
Lo lógico habría sido que con ese diagnóstico yo me hubiera convertido en una adicta al wellness y la vida saludable. Sin embargo, no fue así. Por alguna razón, me salté esa parte y mi lógica fue: “si en cualquier momento puedo comerme algo infectado, si un día mis células deciden atacarme en vez de protegerme, si este dolor de cabeza resulta ser un tumor… entonces mejor hago todo lo que quiero hacer (comerme esa hamburguesa, besar a ese hombre, renunciar a ese trabajo) porque me voy a morir pronto”.
Así es como he tomado un montón de decisiones cuestionables cuyas consecuencias me generan, obvio, ansiedad. Ansiedad que se manifiesta en mi cuerpo, provocando síntomas que causan —sorpresa— ¡más ansiedad!, en un loop del que no he logrado salir a pesar de años de terapia.
Por eso, a mediados de febrero pasado, en plena desesperación por tener que dejar el departamento donde vivíamos y un futuro amenazado por la incertidumbre y la inestabilidad, mi estado ansioso me llevó a hacer dos preguntas a mis seguidores en Instagram en busca de ayuda y comunidad: ¿cómo se manifiesta en sus cuerpos la ansiedad? y ¿cómo bajan sus niveles de ansiedad?
Cómo y dónde se siente
Antes de seguir con esta parte del texto, lo primero que quiero decir es que no soy socióloga, sicóloga ni doctora de ningún tipo. Sólo soy una persona con algunos seguidores y una curiosidad infinita.
Agrupé las respuestas en categorías que me hicieron sentido y quise compartir los resultados sólo para que ansiosos como yo se sientan acompañados y digan “a mí también me pasa eso” o “a mí también me sirve eso”. No estoy dando ninguna indicación y vayan al doctor si sienten que lo necesitan, ¿ok?
Para la pregunta “¿cómo se manifiesta en tu cuerpo la ansiedad?”, recibí 1368 respuestas en total. Sacándolos de sus categorías, las respuestas que más se repitieron fueron: dolor de guata con 106 respuestas, taquicardia con 104, comer mucho o mucha hambre con 86, dolor en el pecho con 77 y náuseas con 55.
Comparto casi todas, menos las naúseas y el dolor en el pecho. A mí me da mucho frío, se me aprieta la guata, me pongo a tiritar, se me acelera el corazón. Se me altera la visión, como si vibrara. También hay una sensación muy extraña parecida a la picazón pero por debajo de la piel. Como si la capa que va por debajo de la piel estuviera tirante. Hay síntomas que son difíciles de explicar y por lo mismo me gustó leer las distintas respuestas y cómo la gente intentaba describir sus sensaciones con mayor precisión. Mención especial a la cabra que me dijo que era como una volá de paragua, porque entendí perfecto. Y a la que me dijo que se ponía más caliente cuando estaba ansiosa porque, francamente, quién fuera.
Cómo bajarle
Para la pregunta “¿cómo bajas tus niveles de ansiedad?” recibí 1084 respuestas en total. Sacándolos de sus categorías, las respuestas que más se repitieron fueron: ansiolíticos con 81, ejercicios de respiración con 76, caminar con 62, hacer ejercicio con 54 y meditar con 39.
Mención especial a la que va al supermercado para calmarse, escuchamos pero no juzgamos.
Y bueno
No les voy a mentir: leer y contar todas las respuestas, organizarlas en categorías y luego escribir este post me ha tomado mucho tiempo, porque a veces, sólo con leer los síntomas, me empezaba a dar ansiedad y tenía que ir a ponerme al sol a respirar profundo mientras acariciaba a mi perra.
Porque sí, muchas veces lo que ayuda no es sólo una de las cosas de esa larga lista, sino una combinación de varias. En lo personal, me he dado cuenta de que combatir mi ansiedad tiene que ver con simples y pequeñas acciones diarias. Tomar magnesio, tomar CBD, mover mi cuerpo, dormir mucho, comer mejor, armar rutinas, ordenarme con listas, no tomar mucho, no fumar pito y, por supuesto, tratar de estar el menor tiempo posible en mi teléfono y especialmente en redes sociales como Instagram o Tiktok.
Lamentablemente, una de las cosas que más ansiedad me genera es la exposición en redes sociales y cómo uno es percibido por los otros. Y a pesar de que encuentro consuelo real en Instagram cuando se generan instancias de comunidad como el ejercicio expuesto en este texto, la verdad es que aspiro a moverme por completo acá, a Substack. Si “somebody’s watching me” como dice Doechii en “Anxiety”, quiero que la gente que me vea y lea sea gente que realmente se interesa por lo que tenga que decir.
Y ustedes ¿cómo viven sus ansiedades? ¿cómo las mantienen a raya? 32 personas opinaron que conversar baja la ansiedad. Pongámoslo a prueba.
Gracias por este post, me hizo desear compartirlos con algunas amigas que están pasando por episodios de fuerte ansiedad. En mi conversaciones expreso mucho que el primer paso para vivir con ansiedad es aceptándola, ya no la rechazo e intento aceptar su presencia. Tomar agua y hacer ejercicio en definitiva son mi kit 1, luego está permitirme sentir e intentar comprender de dónde viene lo que siento así es el kit 2 que no siempre es fácil de usar.
Irse de IG siempre será un bono para lidiar con la ansiedad :)
Hacer deporte, en modo obligatorio porque estoy pagando una clase en un horario específico, me ha ayudado mucho a lidiar con mi ansiedad. En parte porque me obliga sí o sí a desconectarme que era algo que me complicaba mucho hace 1 año atrás. Se acabó el trabajo y el pensamiento ansioso porque tengo que ir a hacer esta otra cosa que está calendarizada. Tener que alejarme de mi computador/oficina e ir a hacer un ejercicio físico que tiene una repetición corporal y una respiración corporal me hace volver a materializarme en el cuerpo y dejar de estar en la cabeza. Encarnarme. Después me da hambre y como. Todo vuelve a estar encarnado. Como volver a habitar la guata, los brazos y quitársela a la ansiedad. Ojalá un día lograr quitarle el cerebro a la ansiedad pero al menos esto me ha ayudado mucho.